Vida Práctica son todas aquellas actividades que se realizan en la vida cotidiana para establecer, preservar y embellecer el ambiente en el que nos encontramos. Promueven el cuidado y el respeto de uno mismo, de los demás y del espacio.
Estas son las primeras actividades que se le muestran al niño que llega por primera vez al aula de 3 a 6 años, ya que le sirven para ponerse en contacto con el ambiente-clase en el que se encuentra, que es nuevo para él. Va a encontrarse con objetos familiares (como escobas, jarras, vasos, cucharas, trapos…) pero proporcionados al tamaño de su cuerpo y de su mano, y siempre adaptados a la cultura en la que se encuentra (por ejemplo, en un ambiente Montessori de Casa de Niños de un país asiático, podríamos encontrar actividades de Vida Práctica en las que se usen palillos chinos).
Por tanto, uno de los propósitos principales de las actividades de Vida Práctica es la adaptación. Como las actividades de esta área están relacionadas con la forma de vida del niño, le ayudan a entender cómo comportarse en el ambiente y como relacionarse tanto con éste como con las demás personas que se encuentran en él.
Ejercicios preliminares como verter sólidos, verter líquidos, doblar servilletas, transportar una jarra, transportar una silla, escurrir una esponja, etc. son las primeras actividades que se le muestran al niño al llegar al aula, y por tanto le dan la bienvenida y le ofrecen seguridad. También le ayudan a establecer la relación con la guía, la dinámica de toda la clase y los límites, necesarios para actuar libremente.
El propósito de estos trabajos es ayudar al niño a hacer la transición entre la casa y la escuela para que se sienta cómodo en el nuevo ambiente.