El aula Montessori tiene la ventaja de poder disfrutar del aprendizaje de los niños más grandes y más pequeños que conviven en el mismo ambiente.
En la foto podemos observar como una niña de 2 años está ayudando a un niño más pequeño a beber agua. El niño intentaba coger el biberón, pero el biberón acababa rodando y cayendo al suelo…
De repente, una alumna se dio cuenta y fue a recogerlo y así ayudar a su compañero.
Es un acto precioso cuando ellos mismos se ayudan. Este modelo es imprescindible y está siempre presente en el aula Montessori. ¡Los niños imitan todo lo que ven y oyen!