Un lector vive mil vidas antes de morir. La persona que nunca lee vive solamente una. George R. R. Martin “A Dance with Dragon”
Con esta cita cerraba Paula Esteve, guía de Taller 1 en Montessori Palau Figueres, su charla «Cómo conseguí que mis alumnos amasen la lectura» para la asociación «Bilingual Montessori».
Todos estamos de acuerdo en que la lectura es un instrumento para aprender cualquier disciplina del saber humano. También estamos de acuerdo en que la adquisición del código escrito implica el desarrollo de capacidades cognitivas superiores como la reflexión, el espíritu crítico, la conciencia y, sobre todo, el pensamiento y el crecimiento intelectual de la persona.
La pregunta que hay que hacer es cómo los educadores y las familias podemos acompañar a los niños en la adquisición de la lectura. Según el Dr. Javier Tirapu y otros neuropsicólogos clínicos, la educación integral debe incluir los diferentes planes del ser humano: el aspecto cognitivo, el emocional, el conductual y el social. Nosotros queremos destacar uno: el emocional. Tal y como comenta Francisco Mora «El cerebro solo aprende si hay emoción».
En la escuela disponemos de biblioteca en las aulas con un fondo bibliográfico de más de 700 libros escogidos meticulosamente, hacemos registro de los libros leídos por cada alumno, acompañamos y compartimos la selección del libro de lectura, hacemos 30 minutos de lectura silenciosa diaria, los guías leemos regularmente en voz alta, hacemos registros periódicos de la velocidad lectora y comprensión, y como última estrategia, en Taller 2 hemos empezado a bordar unas bolsas de tela para cuidar el libro que irá y volverá de casa (bolsa para llevar exclusivamente el libro y no comida o bebida).
El placer que el niño pueda desarrollar hacia la lectura dependerá en gran medida de la cooperación y del apoyo de la familia. La lectura no debe ser vista como una habilidad escolar que solo se realiza en la escuela, sino como una posición hacia la cultura y un momento de disfrute. Es por eso que para conseguir el éxito en esta tarea necesitamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
– Compartir lecturas y las emociones que nos generan las historias que leemos, tanto suyas como las nuestras.
– Crear una regularidad y sostenerla en el tiempo para conseguir el hábito lector.
– Los adultos cercanos somos los adultos de referencia y debemos dar ejemplo. Si nosotros leemos, ellos/as también lo harán.
– Encontrar un espacio tranquilo de lectura (sin música ni pantallas a su alrededor) y sin interrupciones.
– Combinar la lectura en voz alta con la lectura en silencio.
– Escuchar su lectura en voz alta o leer 15 minutos diarios con el hijo o hija. A la larga, agradecerán esta atención personalizada.
– No comparar su nivel lector con nadie.
– Valorar su proceso de aprendizaje.
– El exceso de pantallas los convertirá en perezosos, ya que una pantalla no les exige ningún tipo de esfuerzo.
– No corregir, excepto si lo que lee no tiene sentido y, por tanto, no puede entenderlo.
Así pues, os animamos a acompañar a vuestros hijos e hijas en este viaje hacia todo el legado que heredamos a través de la lectura.
Y recordad, «si no lees, tendrás que creer todo lo que te dicen».
Guias de Taller 1 y Taller 2
Bibliografía:
Esteve, P. Cómo conseguí que mis alumnos amasen la lectura (2023) Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=NMqxIOHfsqo&t=3395s
Cassany, D. Luna, M. Sanz, G, (2008) Enseñar Lengua. Barcelona. Graó
Entrevista a Francisco Mora, autor de Neuroeducación y lectura. De la emoción a la comprensión de las palabras. (2020) Madrid: Alianza Editorial. Disponible en https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/francisco-mora-el-cerebro-solo-aprende-si-hay-emocion
Guillen Jesús Neuroeducación y lectura (juliol 2020) disponible en